Un tiburón de 2,70 metros al que rastreaban los biólogos es devorado por un animal misterioso.
El director Dave Riggs ha sido contratado para documentar el primer proyecto australiano de marcado en masa de tiburones blancos. El objetivo era marcar grandes tiburones blancos y así estudiar sus movimientos a lo largo de la costa australiana.
"Un miembro del equipo estaba mirando un magnífico ejemplar de tiburón de casi tres metros. Ejemplares así jamás habían sido marcados antes. Se acercó al bote orgulloso y sin miedo. El operario vio la oportunidad y colocó el marcador a la perfección. Ya marcada, la sana hembra de tiburón blanco se alejó sin ninguna señal de alteración"
Cuatro meses después el marcador del tiburón fue hallado en la esquina de una playa. El dispositivo arribó a la playa dos millas y media del lugar donde el tiburón fue marcado, y sus datos revelaron una increíble historia.
A las cuatro de la madrugada de la noche de Navidad, el tiburón de repente empezó a descender a una gran velocidad hacia el borde de la plataforma continental. Descendió 583 metros y entonces un enorme descenso en la temperatura fue registrado. En cuestión de segundos, el marcador registró un dramático ascenso se la temperatura desde 46 a 78 grados Fahrenheit, una temperatura que sólo puede alcanzarse en el interior de otro animal vivo.
El marcador continuó registrando una temperatura de 78º durante ocho días moviéndose entre la superficie y una profundidad de 333 pies antes de soltarse. No había ninguna duda, el espectacular tiburón blanco de casi tres metros había sido devorado por un súper-depredador de las profundidades.
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