Raza extraterrestre; Los Reptilianos.

Los reptilianos, o Anunnaki, son una raza de seres de apariencia reptiloide ascendientes del ser humano. Considerados mitad dioses, mitad seres del inframundo, llegaron a la tierra hace 445.000 años. Tenían cráneos dolicocéfalos, alargados, con ojos almendrados. Han estado presentes en nuestras culturas más antiguas, y es que hay señales de ellos en todas ellas. Desde estatuillas, a cráneos alargados y deformes, imposibles para un humano. Casi todas estas culturas, además, veneraban a algúna deidad reptiliana, ya fuera en forma de serpiente, dragón, o claramente un Anunnaki.

Zacharia Sitchin, el primero en formular la teoría de los Anunnaki, dice así: hace unos 445.000 años, habrían llegado a La Tierra unos seres procedentes de Nibiru (planeta de cruce, de órbita superelíptica que haría un paso próximo a la Tierra cada 3.600 años).

El soberano de Nibiru fue Anu, el dios del cielo, que tuvo dos hijos en constante rivalidad: Enki, señor de la tierra, y Enlil, el dios del viento y las tormentas. Se enfrentaban a un problema en su atmósfera bastante parecido a la diminución de la capa de ozono en la Tierra. Por este problema, ellos estaban expuestos a los rayos cósmicos, había unos graves desequilibrios térmicos en su mundo. Idearon un sistema muy ingenioso a través del cual lo que hacían era lanzar partículas de oro pulverizado en suspensión en la estratosfera, creando así una especie de barrera de protección contra los rayos cósmicos.
Enki fue el primero en llegar a la Tierra, buscando oro, aterrizando en las aguas del golfo pérsico. Era un ser al que se le consideraba un gran científico y genetista. A través de una gran logíscica, creó una modalidad de minería acuática por vía marítima para sacar el oro.

Tras muchos intentos, el sistema al final fracasó, así que Anu envió a su segundo hijo, Enlil, que se asentó en la mesopotamia meridional. Ahí levantó siete ciudades funcionales para la misión de extraer oro. Encontraron grandes yacimientos de oro en el sudeste de África. Como el sistema logístico había fallado, por lo que llamaron a ''aquellos que ven y observan'', unos seres de grandes ojos considerados como dioses menores, por debajo de todo Anunnaki. Tras soportar muy altas temperaturas en las minas de oro, estos seres efectuaron un motín para pedir el cese total y definitivo de estas minas. A raíz de esto se efectuó una asamblea extraordinaria para exponer diferentes posibilidades, donde Enki, con sus conocimientos genéticos, la posibilidad de crear un lulu (un esclavo primitivo). Pero no buscaba hacer una nueva especie desde cero, sino que quería hacer una hibridación con el neandertal. Así pues, cogió un óvulo neandertal, lo fertilizó con esperma Anunnaki de tal manera que contuviese el adn de ambas especies, y lo volió a reimplantar en una neandertal. Tras muchos intentos fallidos donde nacían bebés que no consideraba suficientemente inteligentes para trabajar en las minas, cambiaron el proceso. En lugar de reimplantar el óvulo en la neandertal, lo implantaron en una Anunnaki. De ahí salió el adamu, que significa ''el que como arcilla de la tierra es'', pero aún no se creó el homosapiens, sino que tras varios miles de años de procreación y descendencia en el que se degradó el gen predominante Anunnaki que era el que otorgaba la inteligencia y la consciencia, por lo que volvieron al estado salvaje. Entonces, cansado de ello, Enki realizó la cópula con dos hembras adamu, de donde salió el primer homosapiens.

Hay otra teoría sobre los reptilianos muy diferente a la comentada antes:
Se dice que estos seres provienen de Draconia y han estado en la Tierra desde tiempos inmemoriales. Ocultos, son seres no amistosos con la raza humana, de hecho nos aborrecen. Son llamados por los demás aliens como la raza guerrera por excelencia del universo causante de grandes guerras. Poseen gran tecnología, y además pueden pasar por diferentes dimensiones. Disfrutan de la brutalidad y el salvajismo, y están instalados bajo tierra y en la cara oculta de la Luna así como en Marte, donde hay bases subterráneas. También se dice que viven entre nosotros, ocultos pero vigilantes.